
El color blanco es símbolo de pureza, de perfección externa.
El color blanco, a nivel espiritual, relaja los sentidos y ayuda a aclarar los pensamientos.
El té blanco participa de estos dos conceptos porque es uno de los mayores antioxidantes naturales que nos ayuda a mantener una piel perfecta y, al mismo tiempo, nos reconforta y relaja mediante una infusión caliente.
Las técnicas ancestrales del Masaje Tradicional Tailandés buscan el equilibrio entre el interior y el exterior. Y, del mismo modo, el té blanco nos ofrece grandes beneficios a ambos niveles.
Veamos a continuación qué nos aporta a nivel interno y externo.
El té blanco en tu piel: propiedades cosméticas
Al ser el antioxidante natural más potente, el té blanco se ha convertido en un componente muy deseado en el mundo de la cosmética. De hecho ya son muchas las marcas que lo incorporan en sus formulaciones de cremas, jabones y sérums antiarrugas.
En Kinnaree Thai Original Massage adoptamos los regalos que nos ofrece la naturaleza para aplicarlos en nuestros tratamientos estéticos y en nuestros masajes tradicionales. En nuestro centro incorporamos las últimas tendencias en belleza natural, por lo que el té blanco es uno de los protagonistas en nuestras salas.
Nuestro masaje facial con crema de té blanco restablece la hidratación de la piel desde la primera sesión. Esta crema de textura untuosa cien por cien natural penetra en la piel aportando luminosidad gracias a los principios activos del té blanco. Además, al tener un alto nivel de polifenoles combate el envejecimiento del cutis y ayuda a frenar el paso del tiempo, manteniéndola joven y elástica.
Asimismo, el masaje profesional realizado por nuestras terapeutas estimula la circulación sanguínea, lo que conlleva una mayor oxigenación de la piel, al mismo tiempo que favorece la absorción de la esencia del té blanco.
El té blanco en tu interior: propiedades medicinales
En el apartado anterior hemos conocido las bondades del té blanco a nivel externo en nuestra piel gracias a sus aplicaciones cosméticas en manos profesionales. No obstante, podemos ir más allá potenciando el factor antioxidante de este tipo de té con la preparación de infusiones que nos aportan muchos beneficios a nivel interno.
Una taza de té caliente entre las manos nos transporta a un estado relajado, a una dimensión de plenitud. Este tipo de té tiene niveles bajos de teína, por lo que resulta menos excitante que otras bebidas reconstituyentes como el café. Además, la L-Teanina, uno de los aminoácidos del té, puede favorecer esta relajación del sistema nervioso.
El té blanco favorece la eliminación de toxinas y de impurezas de nuestro cuerpo, por lo que es idóneo para depurar nuestro organismo.
Otros beneficios que el té blanco nos proporciona está relacionado con la mala circulación y con las enfermedades cardiovasculares. En este sentido, puede ser de gran utilidad para reducir los niveles altos de colesterol y de triglicéridos.
Es aconsejable luchar contra el envejecimiento celular provocado por los radicales libres a través de estos dos frentes: con los tratamientos cosméticos naturales que nos acercan las bondades del té mediante su uso tópico, y con la degustación del propio té mediante infusiones que actúan desde nuestro interior.
El masaje facial realizado con crema de té blanco de gran pureza pone una barrera al paso del tiempo retrasando el envejecimiento.
Y recuerda que una infusión de té blanco te ayudará a incrementar sus beneficios antioxidantes desde el interior. Al mismo tiempo que te relajará y reconfortará.
Es esencial buscar el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Y el té blanco es uno de nuestros grandes aliados para alcanzarlo.





